Director
Tsuyoshi ShôjiReparto
Yû Tejima ... Aya
Akari Ozawa ... Saki
Rika Kawamura ... Reiko
Chika Arakawa ... Kei
Zomnopsis
Akari Ozawa ... Saki
Rika Kawamura ... Reiko
Chika Arakawa ... Kei
Zomnopsis
Secuela de "OneeChanbara: The Movie". Aya es una joven descendiente de una estirpe de asesinos, decidida a abrirse paso a katanazos en un mundo post apocaliptico dominado por los zombies.
Vuelve Aya, la heroína extraída del videojuego nipón"Onechanbara: Bikini Samurai Squad", en un innecesario remake o reinterpretación valdía basada en dicho personaje. Vendría a ser como una doble ración de lo mismo con incluso peores resultados, sustituyendo desde el realizador hasta cada uno de sus intérpretes para la ocasión. Claramente pasándose por el forro de sus caprichos al ya escueto guión anterior, reincidiendo en explotar hasta límites insospechados los efectos coloristas realizados por ordenador.
El caso es que la renovada Aya vuelve sensiblemente más incómoda de ver, más lenta y tosca en las coreografías de sus batallas cósmicas. Diría que hasta transmitiendo menos que un saco de lentejas. Si antes tenía que luchar contra su pérfida hermana, para el reinicio Saki se transforma en una confusa adolescente vestida de colegiala. Luego Reiko pasa aquí de ser un gordo charlatán a convertirse en un apuesto pseudo guerrero ninja. Mientras Katsuji abandona la escopeta recortada y su papel protagonista en la renovada y delirante trama. Tampoco el villano en forma de alopécico mad doctor se salva de los cambios, al ser sustituido por Misery, una bella y maléfica bruja con orejas de elfo capaz de reanimar a los muertos.. Vamos, como un carajillo mañanero tras una noche de resaca.
Regresan los consabidos efectos CGI a hacerse los dueños de cada incesante batalla contra los zombies o malvados de turno. Tampoco faltan los goterones de sangre carmesí estrellándose contra los objetivos de las cámaras de video, ni la "apoteósica" batalla final de casi media hora en una lucha sin cuartel, sin medios, sin sentido práctico y sin cordura argumental. Ahora eso sí, entre pelea y pelea, vuelven los fallidos e insulsos planos largos que invitan a disfrutar de una fructífera siesta.
Vista la anterior, vista esta. Acumulando sus fallas y acentuando sus muchos defectos. Y es que no acaba uno de entender el objeto de repetirse hasta la saciedad, haciendo ligeros cambios y ajustes desde una narración aún más absurda que la mostrada originalmente. Puestos a corregir errores, ¿por qué no añadir una pizca de humor en un espectáculo pirotécnico tan cansino de digerir? No es de recibo el volver a caer de bruces contra una misma paupérrima visión post apocalíptica....
Vaya toalla. Aconsejo que en caso de no hacerme caso sin desistir de seguir leyendo, se dejen llevar por los ondulantes senos de la remozada y siliconada Aya, y se olviden del patético dispendio de efectos especiales por ordenador que la acompaña. Esto no hay por donde salvarlo de una pertinente reclusión perpétua a los avernos, por lo que supongo no satisfará a casi nadie en cualquier aspecto que pueda un servidor imaginarse.
Renegarán los seguidores de la célebre saga de videojuegos por su falta de rigor, los aficionados a las artes marciales con tanta escena llevada al límite por pésimos actores... Y por último, los fanáticos del universo zombie; ya que van estos mal maquillados, al libre albedrío, sin ceñirse jamás a unas reglas preescritas o un perfil definido a seguir.
En resumidas cuentas amiguetes mios, evitar a toda costa ver este plomizo esperpento hecho por cuatro iluminados para el consumo rápido de adolescentes onanistas... Proclamo.
Para los indecisos adjunto la película subida por algún samaritano a través de la plataforma YouTube
Desde mi tumba...
El caso es que la renovada Aya vuelve sensiblemente más incómoda de ver, más lenta y tosca en las coreografías de sus batallas cósmicas. Diría que hasta transmitiendo menos que un saco de lentejas. Si antes tenía que luchar contra su pérfida hermana, para el reinicio Saki se transforma en una confusa adolescente vestida de colegiala. Luego Reiko pasa aquí de ser un gordo charlatán a convertirse en un apuesto pseudo guerrero ninja. Mientras Katsuji abandona la escopeta recortada y su papel protagonista en la renovada y delirante trama. Tampoco el villano en forma de alopécico mad doctor se salva de los cambios, al ser sustituido por Misery, una bella y maléfica bruja con orejas de elfo capaz de reanimar a los muertos.. Vamos, como un carajillo mañanero tras una noche de resaca.
Vista la anterior, vista esta. Acumulando sus fallas y acentuando sus muchos defectos. Y es que no acaba uno de entender el objeto de repetirse hasta la saciedad, haciendo ligeros cambios y ajustes desde una narración aún más absurda que la mostrada originalmente. Puestos a corregir errores, ¿por qué no añadir una pizca de humor en un espectáculo pirotécnico tan cansino de digerir? No es de recibo el volver a caer de bruces contra una misma paupérrima visión post apocalíptica....
Renegarán los seguidores de la célebre saga de videojuegos por su falta de rigor, los aficionados a las artes marciales con tanta escena llevada al límite por pésimos actores... Y por último, los fanáticos del universo zombie; ya que van estos mal maquillados, al libre albedrío, sin ceñirse jamás a unas reglas preescritas o un perfil definido a seguir.
En resumidas cuentas amiguetes mios, evitar a toda costa ver este plomizo esperpento hecho por cuatro iluminados para el consumo rápido de adolescentes onanistas... Proclamo.
Para los indecisos adjunto la película subida por algún samaritano a través de la plataforma YouTube
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